A Oso lo capturamos por primera vez en Noviembre de 2020, durante una campaña de esterilizaciones. Queríamos coger a unos gatitos pequeños, y en cambio cayó Oso, un gato grande, de pelo largo y cabeza enorme.
Vimos que Oso tenía el pelo enmarañado, babeaba mucho, y se le veían los dientes dañados. Lo atendierion en la Clínica Veterinaria Peñagrande Sevilla la Nueva, y diagnosticaron que tenía infección bucal pero que su estado general no era malo.
Estuvo varias semanas recuperándose, y mejoró mucho. Mientras valorábamos si era necesario quitarle piezas dentales lo llevamos a esterilizar. Al ir a operarlo reaccionó mal a la anestesia y casi se muere. Por eso se quedó sin esterilizar y descartamos repararle la boca.
Oso era un gato difícil para dar en adopción. Cuando estuvo mejor lo retornamos a su ubicación.