Hoy miércoles 1 de abril de 2020 ha muerto una gatita carey callejera en Sevilla la Nueva, en la zona de los chalets de salida hacia Brunete. Su muerte ha sido el resultado de la desatención y desnutrición desde hace tiempo, y de la descoordinación a la hora de atenderla en el último momento.
La gatita no debía haber llegado a ese estado: debería estar controlada en una colonia, y haber sido atendida antes. Además la alerta final no ha sido ágil: una vecina dio aviso hace más de 24 horas a la policía local, pero no se proporciona servicio de atención en esos casos, y cuando se comunicó a los vecinos o a las asociaciones que podrían haber ayudado era demasiado tarde. Esta vecina es la que sí ha hecho todo lo posible, y ha acompañado a la gatita en su sufrimiento.
Todos los que estamos implicados en el bienestar de los animales de nuestro entorno podemos hacerlo mejor: las administraciones responsables y los ciudadanos y asociaciones que queremos aportar para ese fin. Si no cambiamos esto se repetirá.
Hay que implantar procedimientos para gestionar estas situaciones, y hay que conseguir recursos humanos y materiales para atenderlas. Las administraciones solas no pueden realizar todas las funciones necesarias, es tarea de todos. Hasta ahora lo estamos haciendo mal, eso está claro.