Durante la campaña de esterilizaciones conocimos a las gatitas Kika y Trufa. Son muy jóvenes para ser esterilizadas, solo pasaron por el veterinario para comprobar su estado y ser desparasitadas.
Al cabo de una semana fuimos a ver cómo estaban, y vimos que la gatita Kika había empeorado y mostraba los ojos llenos de secrecciones. Tenía una infección de las que son frecuentes en los gatitos, y que pueden ser muy graves para ellos. Le recetaron antibióticos durante unos 10 días. La tuvimos acogida y poco a poco mejoró, y al final su aspecto era muchísimo mejor.
Kika es bastante arisca, durante esos días se empezó a acostumbrarse algo a la compañía de las personas, pero una vez recuperada la llevamos a la parcela privada donde vive con otros gatos y está bastante segura.
En su colonia controlan que ella y los otros gatos sigan sanos, y ahora está fuera de peligro y sigue creciendo. Cuando cumpla 5 meses la llevaremos a esterilizar, para que continúe su vida de forma más sana y sin tener camadas que lleven a más gatitos a la calle.