Selina sigue acogida y necesita un hogar definitivo.
Vimos a la gatita Selina hace unos 2 meses deambulando sola por diversos lugares de Sevilla la Nueva. Es joven, tendrá 2 o 3 años de edad.
No es una gatita llamativa: no es muy guapa, ni muy cariñosa, ni muy juguetona.
Tiene el rabito dislocado, doblado sobre sí mismo y apoyado sobre el lomo. Es una lesión relativamente reciente, pero no le duele y no requiere intervención. Quizás sea fruto de un atropello, pero si fue así no le dejó más secuelas, ella camina perfectamente. Cuando estaba en la calle caminó en poco tiempo un par de kilómetros, ya que se la vio primero en el pueblo y unos días después en Los Manantiales.
Lo que llamó la atención de ella en la calle fue que se acercaba a las personas, y que hablaba y hablaba. Era un comportamiento anormal en un gato callejero, como si viniera de una casa y se hubiera perdido o hubiera sido abandonada. Esta posibilidad se reforzó cuando comprobamos que estaba esterilizada pero no tenía la marca en la oreja que se les pone a los gatos callejeros esterilizados.
Se ha adaptado perfectamente a vivir en la casa de acogida, pero no permite un contacto muy estrecho. No es muy cariñosa, puede que nunca lo fuera o que tras muchos meses en la calle haya tomado ese comportamiento.
Tiene un carácter nervioso, que marca lo que puedes hacer con ella. Busca la compañía, pero no aguanta mucho rato interaccionando.
Se acerca siempre para ser acariciada, aunque solo en las zonas del cuerpo que ella tiene controladas como seguras (cabeza, lomo). Si sobrepasas su zona de seguridad o estás demasiado tiempo emite unos sonidos de protesta, y puede lanzar zarpazos que hacen daño. No se deja mantener en tu regazo. Se la puede coger para cambiarla de sitio pero no tenerla en brazos mucho rato.
Es muy rutinaria y previsible, no intenta escapar de su encierro a la mínima, con poco trabajo la diriges a donde quieras.
No sabe jugar, como les sucede a casi todos los gatos de la calle. Puede participar contigo en actividades si siente curiosidad, pero no se entretiene mucho rato con lo mismo, ni por el simple placer de jugar.
Selina come muy bien, de hecho hay que racionarle la comida. Esto sucede desde el principio, y es producto de su carácter nervioso: tras interaccionar con ella un rato, siempre termina alejándose, y busca la tranquilidad yendo a la zona de alimentación y comiendo algo.
Como casi todos los gatos no colabora cuando debe tomar medicinas, pero su buen comer ha permitido darle pastillas con un poco de dedicación. Ha estado un tiempo con diarrea, tenía muchos parásitos al venir de la calle. Ese problema requiere paciencia para resolverlo, pero tras el tratamiento de Clínica Veterinaria Estoril Villaviciosa de Odón al final está perfectamente.
La hemos sacado al jardín con un arnés, y por ahora se ha sentido incómoda, seguramente porque lleva 2 meses sin salir de casa. Cuando insistamos esperamos que disfrute de las salidas, e iremos valorando que algún día salga sin el arnés.
Como ha permanecido aislada en cuarentena, por ahora no está claro si puede convivir bien con otros gatos.
Selina está sana, ha sido esterilizada y desparasitada, y ha dado negativo en los test de leucemia e inmunodeficiencia. Puede vivir en un hogar en el que no haya niños, y en el que se le deje su espacio.
Si puedes darle lo que necesita tendrás muy buenos momentos: ¡Contacta con nosotros! ¡Adoptala, hazle sitio!