Ha muerto un gatito muy especial de una colonia felina de Sevilla la Nueva. Lo conocíamos desde hace más de 6 años y tenía problemas neurológicos, se movía convulsivamente todo el rato. Aún así vivía como un gato más en la colonia.
Apareció muerto el día 6 de enero. Presentaba una lesión extraña que seguramente le causó la muerte: una pequeña perforación en la zona abdominal, casi en la entrepierna. Podría ser el disparo de un perdigón, aunque estaba en un lugar inverosímil para recibir un disparo.
Avisamos a la Policía Local, y a la mañana siguiente retiraron el cuerpo. Les hicimos ver que no estaba claro si era una muerte natural o no lo era. Pero la administración municipal no ha hecho ninguna gestión más para determinar la causa de la muerte.
No estamos seguros de lo que ha pasado pero ya nos quedaremos sin saberlo. Si hubiera sido una acción criminal habría sido difícil encontrar al culpable, pero incluso en ese caso es muy importante conocer lo ocurrido, para saber a qué atenernos y tomar medidas.
Sean cuales sean las obligaciones exactas que imponga la ley, lo importante es que nuestras administraciones atiendan a los animales que están bajo su gestión, y que mejoren sus procedimientos por iniciativa propia. Siempre que fallezca un animal que esté gestionado por el Ayuntamiento debería aplicarse un protocolo adecuado para determinar la causa de la muerte. En casos como el actual se deberían realizar pruebas diagnósticas veterinarias, y si fuera preciso practicar una necropsia.
Adiós, gatito valiente.
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