Una de las gatas que nos dejó este otoño fue la gata Fina. Era una gatita que vivía desde hace años en una colonia felina en la Urbanización Los Manantiales de Sevilla la Nueva. Ya la atendimos el invierno pasado porque tenía una herida, y desde entonces ha seguido en la colonia pero al final del verano empeoró mucho su aspecto.
Se preocuparon por ella varios vecinos: Felix, Toñi, y sobretodo Gianina, que la recogió de la calle y nos avisó de su situación. La llevamos a la Clínica Veterinaria Anicura Estoril Villaviciosa de Odón, allí la trataron con corticoides, pero no mejoraba. Un diagnóstico completo reveló que tenía la boca inflamada, anemia y que era positiva en leucemia felina.
El pronóstico era muy pesimista, pero Gianina se ofreció a seguir alojándola unos días, mientras recibía buena alimentación y un tratamiento con antibióticos y corticoides. Tuvo una leve mejoría, pero poco a poco se fue debilitando, y para que dejara de sufrir hubo que sacrificarla.
Gracias a todos los que cuidaron de Fina e impidieron que acabara sola en la calle.
Hay gatitos esperando un hogar
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