Después de que Linda se recuperase de la herida en la pata todo fue bien con ella: tests, chip, vacunas y esterilización.
Un día Rocío y su familia la vieron cuando estaban de visita en la casa de acogida, y decidieron adoptarla.
Linda es una gata tranquila, se dejó manipular cuando hubo que curarla, puede estar sola o con otros gatos, y es cariñosa con las personas. Será muy feliz con su familia definitiva y ellos con Linda.
Hay más gatitos esperando un hogar
¡Adopta, hazle sitio! Contacta con nosotros