El gatito tenía nombre, no lo vamos a decir para no causar dolor a otras personas que lo conocían.
Fue atropellado ayer frente al número 14 de la avenida de Guadarrama. Sufrió un fuerte impacto a pocos metros del único baden qué hay en esa zona, lo que demuestra que es un badén completamente inútil.
Es una muerte concreta y cercana. Aunque se puede razonar de manera más abstracta, que es un episodio más, relacionado con muchas otras muertes y muchas otras situaciones.
Los atropellos son una fuente importante de muertes de animales callejeros. Son fruto de una actividad humana muy habitual de la que no resulta fácil desprendernos.
El uso masivo de vehículos es clave en nuestra sociedad pero solo es uno más de los comportamientos humanos que impactan directamente sobre el hábitat de los animales.
Todo se desliza una misma dirección, hacia la extinción de la mayoría de nuestros compañeros en este planeta y hacia el sufrimiento de los restantes.
Es necesario plantearse por qué ha sucedido el atropello para intentar evitar otras muertes, pero lo principal y lo irreparable es que ha perdido la vida un animal único.
El gatito había superado hace poco una infección peligrosa y ya estaba perfectamente.
El gatito había sido esterilizado hacía pocas semanas.
El gatito estaba en una colonia controlada con lugares adecuados para descansar y alimentarse.
El gatito era cariñoso.
El gatito todavía no había cumplido un año.
Adiós, XXX