Ayer miércoles 27 de diciembre un gato murió atropellado en la entrada de la urbanización Los Manantiales, en Sevilla la Nueva.
Sucedió en una zona bastante delicada, en la entrada de una bocacalle. Allí hay gatos callejeros, que se refugian y son alimentados cerca de un local vacío y en parcelas privadas.
El gato no tenía chip, y tenía la marca en la oreja de los gatos callejeros esterilizados. En la oreja derecha, como es habitual en los machos.
Varios vecinos avisaron a la Policía, que gestionó la lectura del chip y la recogida del cuerpo.
Hay que conseguir que haya menos atropellos de animales y que no haya gatos sin dueño en las calles.