Nuestro Coco ya lo tiene claro, se queda en la casa que lo ha acogido desde su operación.
Después de vivir enfermo en una casa donde no le cuidaban, le operaron por una infección bucal y tuvo una larga comparecencia. Pero hace ya más de un mes que remontó claramente.
El cambio desde primeros de año ha sido lento pero constante: estaba flaco, sucio y dolorido, y poco a poco se convirtió en un gato activo, guapo y muy gordito. Su personalidad la tuvo desde el principio: decidido, curioso, sociable con las personas, pero muy suyo.
Ahora vive con Javier, Olga, y con otros gatos y perros. Es un gran éxito de las personas que le ayudaron a salir del infierno y que le han acompañado hasta aquí.
Hay más gatitos esperando un hogar
¡Adopta, hazle sitio! Contacta con nosotros